La política y la cultura marcaron la existencia de Margarita Rosa Josefina Abella Caprile, una autora que perteneció a la familia de Bartolomé Mitre y dejó huellas interesantes en el mundo de las letras, descubriendo a edad temprana su afición por el ámbito intelectual. A continuación repasaremos sus vivencias para recordar quién fue esta mujer que enriqueció con su talento a la literatura argentina y permitir, de este modo, que las generaciones más jóvenes de lectores sepan sobre ella y sus publicaciones.
La responsable de obras como “Sombras en el mar”, “Geografías”, “El árbol derribado” y “Nieve…” nació el 5 de agosto de 1901 en Buenos Aires. A lo largo de su vida tuvo oportunidad de recorrer diversos países y hasta llegó a residir en territorio francés, pero su trayectoria transcurrió en su tierra natal.
Quien fuera amiga y colega de Alfonsina Storni y estrechara lazos con Gabriela Mistral acumuló experiencia en el plano periodístico, aunque la popularidad la alcanzó al desarrollar novelas breves, libros de viaje y contenidos poéticos que hasta el día de hoy mantienen viva su esencia.
En 1955, Abella Caprile asumió la dirección del Suplemento Literario perteneciente al diario “La Nación” (cargo que hasta entonces tenía Eduardo Mallea), donde se desempeñó hasta último momento. Ya para entonces era reconocida tanto como poeta como por sus habilidades para la prosa.
“50 Poesías”, en 1938, le permitió ser merecedora del Premio del Jurado Municipal de Literatura, mientras que en 1950 la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) la condecoró con la Faja de Honor en reconocimiento a “Lo miré con lágrimas”.
Margarita, una integrante de la comisión directiva del Círculo de Escritores Argentinos a la cual sus amigos apodaban Margaritín, encontró la muerte el 28 de octubre de 1960 en Buenos Aires. Cabe destacar que además de las propuestas de lectura mencionadas líneas arriba, su legado está compuesto por libros como “Perfiles en la niebla” y “Obras completas”.
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