El escritor argentino Julio Bruno Migno Parera, quien encontró inspiración en el río Paraná a la hora de desarrollar su producción poética, nació el 6 de octubre de 1915 en la ciudad santafesina de San Javier. Vale la pena conocer sus aportes literarios y darle actualidad a sus libros a fin de permitir que las generaciones más jóvenes de lectores los descubran y disfruten.
La naturaleza y el amor por la historia y la cultura nacional sedujeron desde edad temprana a este hombre que completó el secundario en el Colegio de la Inmaculada Concepción ubicado en Santa Fe.
Siendo adolescente debutó como poeta a través de “A los nuestros”, obra que dedicó a la memoria de un compañero de estudios que había muerto. Después publicó “Amargas” y, en 1947, renovó el interés de críticos y lectores por medio de “Yerbagüena (El mielero)”. “Chira Molina”, “Miquichises” y “Summa Poética” son otras publicaciones que dejan al descubierto sus habilidades para la escritura, al igual que las antologías “Cardos y estrellas” y “De palo a pique”.
Es interesante resaltar asimismo que este merecedor de galardones como el Premio Calendario Azteca, el Premio Martín Fierro y el Premio Santa Clara de Asís compuso canciones que enriquecieron a la música litoraleña.
El deceso de Julio B. Migno tuvo lugar en la ciudad de Santa Fe el 5 de diciembre de 1993 como consecuencia de un problema cardiovascular. Años después de su fallecimiento, a fin de contribuir al fomento de los valores autóctonos y mantener vivo el legado de este autor, se instituyó una fundación que lleva su nombre, mientras que el Ente Cultural Santafesino, a modo de homenaje, dio origen al Premio Provincial Julio Migno. Un camping municipal y una biblioteca, por detallar otros casos, también han sido bautizados con su identidad por la valiosa huella que ha dejado este poeta en el patrimonio cultural argentino.
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