El chileno Juan Radrigán Rojas, quien a lo largo de su trayectoria desarrolló cuentos, novelas, obras teatrales y poemas, nació el 23 de enero de 1937 en Antofagasta pero, a poco de su llegada al mundo, se instaló con su familia en la capital de su país.
Según se advierte al repasar sus vivencias, su educación estuvo a cargo de su madre, una profesora que decidió no enviar a sus hijos a la escuela. Juan, desde niño, sintió una gran afición por la lectura y con apenas doce años de edad originó sus primeras historias y composiciones poéticas.
En 1968, temporadas después de la inclusión de relatos de su autoría en el volumen “4 autores y sus cuentos”, debutó como novelista con “El vino de la cobardía”. Más tarde, su producción se amplió con “Queda estrictamente prohibido”.
A comienzos de 1970, Radrigán consiguió quedarse con el primer premio de un certamen literario impulsado por la Universidad Técnica del Estado y la Central Única de Trabajadores gracias a “El asesino”.
Al ámbito poético lo enriqueció con “El día de los muros”, mientras que sus habilidades para el teatro quedaron reflejadas en propuestas como “Los testimonios de las muertes de Sabina”, “Las brutas”, “El loco y la triste”, “Hechos consumados” y “Redoble fúnebre para lobos y corderos”.
En 1989, el también responsable de “El toro por las astas” y “Las voces de la ira” ofreció talleres y brindó conferencias en el Primer Festival Internacional de Teatro por la Paz que se llevó a cabo en San José de Costa Rica. Meses antes, este creativo que obtuvo el Premio Municipal de Literatura con mención en Teatro, el Premio Altazor de Dramaturgia y el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile, entre otros galardones, había participado en el Festival de Teatro realizado en Hamburgo.
El 16 de octubre de 2016, como consecuencia de un cáncer que había hecho metástasis, Juan Radrigán encontró la muerte en Santiago de Chile.
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