Floridor Pérez

El chileno Floridor Pérez Lavín, un poeta que fue parte de la denominada Generación del ’60, nació el 13 de octubre de 1937 en Yates, una localidad perteneciente a la comuna de Cochamó.

La poesía lo sedujo a edad temprana: aún no había llegado a la primera década de vida cuando sintió atracción por oír, leer y recitar composiciones poéticas. Siendo adolescente, influenciado por la ideología política de su padre, militó en centros de estudiantes y hasta proclamó a un aspirante a diputado. Asimismo, estuvo al frente de la edición inicial del Congreso de Estudiantes Normalistas de Chile.

En 1957, Pérez completó en la ciudad de Victoria su formación de pedagogo en castellano y, a lo largo de varias temporadas, ejerció la docencia en instituciones de enseñanza básica.

“Para saber y cantar”, un material lanzado en 1965, marcó su debut oficial como poeta. También escribió semanalmente en el periódico La Tribuna, tuvo espacio en la revista Orfeo, aportó textos a publicaciones de carácter escolar, dictó talleres literarios y realizó un programa radial bautizado como “Antena Literaria”.

Tras desempeñarse como asesor en la Empresa Editora Nacional Quimantú, vivió el destierro primero en la isla Quiriquina y, tras pasar medio año en prisión, en Combarbalá.

“La vuelta de Pedro Urdemales”, “Francisco Coloane. Biografía de una leyenda”, “Tristura” y “Mitos y leyendas de Chile” son otros libros que enriquecen la producción de este autor que, en 1990, fue beneficiado con una beca de Fundación Andes. De 1988 en adelante, fue director de un taller de poesía organizado por la Fundación Pablo Neruda.

Floridor Pérez, cuya esencia sigue viva a través de un legado que abarca, además de las opciones mencionadas líneas arriba, propuestas como “Cartas de prisionero”, “Memorias de un condenado a amarte” y “Cuentos de siempre para niños de hoy”, encontró la muerte el 21 de septiembre de 2019 en Santiago de Chile.



Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.