Enrique Congrains

La Generación del 50 del Perú tiene exponentes como Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Ribeyro y Manuel Scorza, entre otros. También en este grupo suele ser incluido Enrique Congrains Martin, nacido el 4 de julio de 1932 en la ciudad de Lima.

Con antepasados franceses, Congrains creció y se formó en la capital peruana, aunque abandonó el bachillerato antes de completarlo. A los 22 años publicó su primer libro, titulado “Lima, hora cero”. El escritor decidió imprimir, editar y distribuir la obra por su cuenta, ante las dificultades que encontró para insertarse en el mercado editorial.

Con “Lima, hora cero”, Congrains sentó las bases para el desarrollo del llamado realismo urbano en la literatura peruana, narrando cómo se vivía en los barrios más humildes de Lima. Su siguiente libro (“Kikuyo”) también lo editó de manera independiente.

Radicado en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina), Congrains lanzó, en 1957, “No una, sino muchas muertes”. Esta novela alcanzó una gran repercusión y tuvo ediciones en Perú, Uruguay y España. Una de estas ediciones fue prologada por Mario Vargas Llosa. “No una, sino muchas muertes”, además, tuvo una adaptación cinematográfica en 1983: la película se tituló “Maruja en el infierno” y contó con la participación de José Watanabe en el guión.

Congrains también vivió en Venezuela (allí fue parte del Centro Latinoamericano de Capacitación Intelectual y escribió diferentes manuales), Cuba, México, Chile, Colombia y Bolivia, donde se instaló hasta el final de sus días.

Con problemas económicos por el fracaso de diferentes proyectos comerciales que emprendió, Congrains pasó varias décadas en el anonimato y en silencio literario. Recién en 2007 regresó con “El narrador de historias” y luego presentó el que sería su último trabajo: “999 palabras para el planeta Tierra”. El 6 de julio de 2009, en la localidad boliviana de Cochabamba, un ataque cardiaco terminó con la vida de Enrique Congrains.