Dorothy Leigh Sayers

La vida de la escritora y traductora británica Dorothy Leigh Sayers comenzó el 13 de junio de 1893 en Oxford, donde su padre, el reverendo Henry Sayers, era capellán en Christ Church y dirigía la Choir School.

En 1912, esta autora que tomó contacto con el latín desde que era una niña de apenas seis años de edad fue beneficiada con una beca del Somerville College que le permitió estudiar Lenguas Modernas y Literatura Medieval, especialidades en las que se graduó con matrícula de honor en 1915.

Si bien a Dorothy se la recuerda a nivel internacional por todos los aportes que realizó en el campo de las letras, sus vivencias personales despiertan tanto, o más, interés que su producción literaria.

Es que esta destacada creadora de cuentos y novelas policiales protagonizó múltiples historias de amor en su vida real. Al respecto, no se puede dejar de mencionar el amor que sentía por su colega John Cournos, de quien se alejó por oponerse al casamiento. Tampoco es posible ignorar su vínculo con Bill White, un hombre que la abandonó al enterarse que ella había quedado embarazada.

Pese a esa ruptura, Sayers no interrumpió la gestación y tuvo al bebé, pero se encargó de ocultar tanto el embarazo como el nacimiento para no cargar con el rechazo de sus familiares y amigos.

Como su tía y su prima tenían un albergue para niños, ella decidió enviarles a su pequeño sin decir la verdad. Sólo le confió la realidad a su prima Ivy Shrimpton bajo juramento de confidencialidad, así como también le envió cartas a Cournos para revelarle todos esos secretos.

Lejos de haberle cerrado las puertas al amor, con el tiempo Dorothy se casó con Oswald Arthur «Mac» Fleming, un periodista escocés que estaba divorciado y era padre de dos hijos.

John Anthony, (tal el nombre con el que fue bautizado el descendiente de Sayers y White) nunca vivió con la pareja, pero según lo que se le dijo cuando creció, era el hijo «adoptivo» de ambos. Así, su madre (quien nunca lo reconoció en público como hijo biológico) pudo verlo crecer y se ocupó de su educación.

Más allá de estas experiencias privadas, Dorothy logró sobresalir en su época por su talento e ingenio para las actividades creativas. Además de ser profesora y desempeñarse por varios años como publicista, esta británica publicó una gran cantidad de libros, entre los que se pueden citar a «Cinco pistas falsas», «Veneno mortal», «El misterio del Bellona Club» y «Luna de miel».

Dorothy Leigh Sayers falleció en Witham el 17 de diciembre de 1957.



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