Servir a Dios,
a mi patria,
a mi familia
o a los amores nuevos.
Ser cristiano,
soldado,
padre,
o poeta enamorado.
Esos oficios manejados
por el corazón a carne viva,
se sienten hasta en el cultivo
de las manos campesinas.
Quiero fe en enormes cantidades
para la divina aprobación
del Padre Santo.
Deseo coraje y también un carajo,
y así,
de este modo, defender hasta
con la mirada, la parsimonía de mi pueblo.
Anhelo paisajes en las bases
de mi gente,
sostener a mi familia
con educación y con modales.
Necesito muchas, muchas,
diría demasiadas
imágenes inspiradoras
por el simple gusto, de seguir escribiendo.
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Autor:
Alfredo Murillo (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 1 de julio de 2009 a las 01:51
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 63
Offline)
Comentarios3
Yo no escribo por el simple gusto, sólo que me desenvuelvo en el papel, hay muchas cosas de que escribir y tu lo has sabido decir en tu poema de hoy, eres el grito del pueblo que se levanta, un placer Alfredo, abrazos.
Adrian
Bella forma de demostrar, las distintas ramas en las que todas las personas hemos de desenvolvernos, la mas importante la has situado en el lugar correcto, la adoracion divina.
Me ha gustado mucho tu escrito, te felicito, Saludos,
Tu amigo
Oscar Jossiee
Servir debe ser uno de los principios de todo hombre de valía: A Dios, a la patria, a la familia, como dices en el poema. Y la poesía también debería ser un instrumento de servicio a la humanidad, en todas sus facetas. Con la poesía también se puede hacer el bien.
Tu poema hace reflexionar, Alfredo. Muy bien.
Saludos.
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