LAS PRIMERAS GOTAS
Comenzaron a caer las primeras
gotas con fuerza contra el parabrisas.
Pensé que se trataba de una buena señal,
de un excelente augurio
que, por lógica, era el comienzo
de una lluvia abundante, seria, pertinaz,
esperé a que las gotas se multiplicaran
y a que dialogaran
sobre el techo metálico de la carrocería,
que se volvieran tumultuosas y multitudinarias,
que no admitieran conmiseración,
es decir, lo que se entiende por toda una noche de lluvia,
o por lo menos, durante una o dos horas,
pero no, aquella vez no cayeron
más que las primeras gotas.
Era de noche y el sol no volvió a brillar,
pero sentí desde mi asiento de conductor
que, con velocidad, las nubes se retiraban,
que la lluvia es tan frágil, que
no siempre empieza igual.
Gaspar Jover Polo
- Autor: gaspar jover polo ( Offline)
- Publicado: 30 de abril de 2024 a las 11:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Omaris Redman, alicia perez hernandez.
Comentarios2
Una bonita imagen pintan tus letras estimado Gaspar, saludos cordiales,
Gracias, Omaris. Siempre al pie del cañón.
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