ABASTO

Marcia M.

ABASTO

 

A veces canta, a veces.

A veces trina

a veces sueña

Casi nunca descansa.

 

Y no llora

pero en el alba se asoman las premuras

del tiempo.

La noche se desdibuja

el descanso no prima.

La noche es una excusa para el trabajo.

 

 Y uno desde una cama sueña que sueña.

Abajo

voces hostigan a las cosas que muchos desecharon.

Las voces llaman

a hacer menos cruenta la tarea

a acompañarla.

Menos cansado el tramo

de poner fuerza y cuerpo

corazón y trabajo.

 

Yo quiero odiar las voces

que socavan los sueños

que alteran la alegría de despertarse

calmo

a fin de estar presto, también para el trabajo.

 

Tal vez acaso un día me toque ser llamado

a manipular esos restos, esos desechos del día

esos restos de cosas

que arrojan el pasaje de la industria

por los cuerpos y las manos.

Las mismas que se desprenden desde arriba

que se muelen en las máquinas

que estallan como estruendos

en el amanecer ya cansado.

 

Acallando los trinos

eludiendo a los pájaros.

 

A veces canta.

A veces calla.

Casi nunca descansa.

 

27 de abril de 2024

 

 

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