En el dulce vergel de mi alma, late el amor eterno,
mi corazón cautivo, ella es mi destino más tierno.
Su uniforme, cual armadura, adorna su belleza,
en su presencia, mi corazón late con certeza.
Cual oasis en el desierto, resplandece con fervor,
Ella, mi estrella, mi luz, mi único amor.
En su mirada, el reflejo de mi más puro anhelo,
en su sonrisa encuentro, De gris, azul y blanco, mi cielo.
Ella, mi tesoro, mi orgullo, mi alegría, y mi razón de existir,
en tus ojos, encuentro mi paz, mi porvenir, mi razón de sonreír.
En tus manos, mi niña, encuentro mi anhelada bonanza,
Y en tu abrazo, mi pequeña, mi hija amada, está mi dicha, mi esperanza.
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Autor:
El Corbán (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de abril de 2024 a las 08:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Sierdi, jvnavarro, Omaris Redman.
Offline)
Comentarios2
Bendiciones para tu hija,
un verso resplandeciente de vida.
Oda perfecta sublime alegría.
Saludos amigo.
Muchas gracias por tan amables palabras mi amigo, un saludo a la distancia.
Que lindo y especial amor, bella poesía dedicada a su hija, saludos cordiales,
Gracias Omaris, Bendiciones.
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