En la tranquila noche

José Ángel Pineda

El sonido musical es exquisito,

la elegante sobriedad se manifiesta

en una grata sensación

suave y placentera…,

y atento a la lectura

voy diciendo en cada nota

el sentir del esplendor

sencillo y atrapante,

las paredes escuchan vibraciones,

la hamaca pensativa, cuando

el sombrero me queda viendo,

atento, la apetitosa noche va creciendo

lo divino, la perfecta sensación

de una soledad especial,

no todas son así…

momentos de oración a mi manera,

por los que estamos enfermos

de algo, mi mente eleva las plegarias,

con toda confianza pienso y siento

en todos los enfermos de mi alma,

que toda la tristeza se vuelva

en alegría, en que seamos libres

de dolores, que podamos vivir

con lo necesario, que los enfermos

sanen, que las almas se agiganten,

que cada uno sea un consuelo del otro,

que estemos conscientes

que todos sufrimos, y que otro llora

al vernos sufrir, y que al fin sólo queda

la satisfacción de haber amado,

de haber vivido, los instantes de sanidad

y de gozo, de amor, y de una compañía

necesaria y eterna.

 

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