EL SUEÑO (relato)(c)

Carlos Bequer (seudonimo)

El Sueño




¿De qué materia están hechos los sueños?
¿Qué misterios encierran sus imágenes?
Unos dirán que son procesos de la mente que genera pequeños impulsos eléctricos que forman los sueños.



Lo que soñamos-también dirán- que es el resultado de nuestra experiencia diaria, de nuestros miedos, de los deseos reprimidos y de otras cuestiones que surgen del subconsciente, pero... ¿Qué es el subconsciente?
¿cómo funciona?

También nos dirán que la mente casi en su totalidad es un misterio; como misterio es como algunos sueños nos avisan de algo que no queremos ver cuando estamos despiertos; otros son creativos y sorprendentes; y estoy seguro de que cada persona tiene alguna muestra de esto.

Y de eso trata la historia que voy a contaros, de un sueño sorprendente... como sorprendente es ese subconsciente que dicen que los provoca.

Fue un día en los que escuchas una noticia que te impacta en gran manera.
Había fallecido un recién nacido en un hospital.
Su padre quiso verlo en la cámara frigorífica para darle el último adiós.
Para sorpresa de todos, el niño volvía a respirar y se movía.

La conmoción fue grande y se llevaron al niño a cuidados intensivos.
Me llevé una gran alegría y pensé que fue un milagro que su padre se empeñara en verlo y eso salvó al niño.
Pensé sinceramente que fue un milagro, pero el milagro para gran desilusión mía... se esfumó, el niño a los pocos días... murió.

Fue un impacto para mí, me hice unas ilusiones ingenuas de una intervención divina, que al final se diluyeron como la vida de ese niño.
He sido siempre muy sensible a la muerte de los niños, y esa noticia me descorazonó y me provocó rabia y tristeza con las que estuve todo el día.

Me senté a la mesa, e intenté escribir una protesta, una reclamación contra Dios por la muerte de los niños, pero no podía... tenía tal agobio que no conseguía escribir nada; y tiré con rabia el bolígrafo al suelo y abandoné la idea de escribir.
Llegó la noche y me acosté, y esa noche llegó... el sueño.

Me vi entrando en una iglesia envuelta en penumbras; la única iluminación que existía era un gran círculo de velas puestas en el suelo; dentro de ese círculo estaban dos personas, una de ellas era mi mujer en su silla de ruedas y... Lloraba.
La otra persona estaba junto a ella por detrás; inclinado junto a ella, le pasaba su brazo por los hombros y su cara junto a la suya... La estaba consolando en su llanto.

Fuera del círculo de velas veía gentes inmóviles, envueltas en penumbras, mirando hacia el centro de aquel círculo luminoso y las dos personas en él.
Nada más entrar en la iglesia supe que esa figura con esa túnica oscura, quizás marrón, que consolaba a mi mujer, era... Jesús.

Entré en el círculo, me acerqué a Jesús y le pregunté en un susurro... ¡Señor! ¿Por qué mueren los niños?
Volvió su cara, me miró, y con una expresión de seriedad y tristeza en su rostro me contestó "todos tenemos que ir al Padre"
Y le volví a preguntar... ¡Entonces Señor!
¿por qué nacen? En esa pregunta le trasmitía mi profunda inquietud del porqué de una vida tan efímera para ir tan pronto al Padre.

¡No me contestó! Se limitó a mirarme con esa dulzura con la que se mira a los niños cuando hacen una pregunta que sabemos que la respuesta no serán capaces de entender.
¡Salió del círculo de velas! Se volvió hacia mí y entonces...me habló "Si amas a los niños, llévalos al Altar" y escuchando esas palabras...me desperté profundamente impresionado.

Durante varios días no dejé de darle vueltas al sueño de lo que me había impresionado.
Incluso la curiosidad me impulsó a preguntarle a un cura, si existía alguna misa especial por el alma de los niños pequeños… Y me contestó que no.
Hasta que por fin caí en que la respuesta la había tenido tan cerca que no supe verla, y la respuesta es que yo... estaba dando catequesis a los niños para prepararlos en su primera comunión; los estaba preparando para llevarlos... Al altar.
Todavía quedé más impresionado por el sueño.

Pero quedaba una cuestión por resolver
¿y mi mujer llorando en el círculo de velas?
Solo os puedo decir, compañeros, que mi mujer estuvo a punto de morir en su infancia por la terrible poliomielitis; y murieron niños que estaban junto a ella en el hospital, y ella... Se salvó.
¿El consuelo de Jesús?

¡No se nada compañeros! Solo puedo decir lo que al principio...
¿De qué materia están hechos los sueños?
¿Qué es el subconsciente?
¡que nos da respuestas que no esperamos!
Ese sueño pasó hace siete años, y se ha grabado a fuego en mí, y difícil será de olvidar.
¡Gran misterio es el soñar!
  • Autor: Carlos bequer (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de diciembre de 2023 a las 11:07
  • Comentario del autor sobre el poema: Un sueño sorprendente e impactante dificil de olvidar
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 12
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.