Socorro

el brujo de letziaga

Es de fuerza que tenga que estar triste,
a la poca luz de la tarde,
en la orilla de un torrente, que atraviesa el bosque,
bajo un tiempo de lo más inclemente...

 

Lanzando un grito de SOS al aire,
hacia el ventisquero que parece inviolable,
a su invierno fúnebre,
tan hercúleo, leonino y arrogante...

 

Y se me frunce el semblante,
en el corazón de este oculto y cruel valle,
al bajar del cielo la nieve,
que en el verde musgo temblando se disuelve...

 

Es de fuerza que tenga que estar triste,
al llegarme la honda noche,
pues el viento me hiere, con su ruda canción salvaje,
y creo que la espicharé como un ave...

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