Fue cuando te supe,
junto a mil pájaros volándote,
que estabas con hambre
de ser el perfume de mi lenguaje...
Y me pediste,
un billete verde de los grandes,
como regalo importante,
por arrancarme un gemido al limite...
Y me jadeó tu noche,
condenada a mi conducto firme,
al río de mi leche,
bajo una estrella navegante...
Y cuán fieramente,
para servidumbre de nuestra especie,
entre la humedad caliente,
fuimos dos aves en un cielo picante...
- Autor: el brujo de letziaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2023 a las 08:10
- Categoría: ErĂ³tico
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, jvnavarro, Omaris Redman, MISHA lg.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.