Eternos

Almas Perdidas

Te extrañé y lo sabes, aunque nunca te lo haya dicho entre murmullos se escuchó.

 

Escuchar tu nombre era similar a tener una daga en el corazón.

 

Y aunque todo termino siendo inevitable, fue mi perdición.

 

Me hice la ilusión de que te quedarías y no me dejarías sola.

 

 

Ya no sé qué hacer ni que sentir, pues esa fue la excusa hasta que se volvió real.

 

Tantas promesas que nos hicimos y ahora mírame completamente sola.

 

Y si algún día te arrepientes no vuelvas por favor, por qué no quiero creer que lo nuestro pudo haber sido eterno.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.