Contra respuesta.

Guhes

Un pecado mortal,

es no tenerte,

no poderte admirar,

aquí, de frente.

 

Tu voz suena con el viento

de la noche y el día.

Al ver las estrellas sempiternas,

me atrapa la melancolía.

 

Y el sentimiento pasa lento,

del amor a la alegría,

luego monta el tiempo,

cabalgando hacia la utopía.

 

Buscando tus cabellos dorados

para iluminar la penumbra,

tu cuerpo almibarado,

mis ojos deslumbra.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.