Garza o Cisne

erick cullen

Un cisne que alzó su vuelo

Tan alto se remontó

Que en su vuelo contempló

Las mansiones en el cielo

Enchapado en oro el suelo

Allí vió el árbol de vida

Y la iglesia reunida

Ya no hay más pena y dolor

Al cuidado del Señor

Para siempre protegida

 

De aquella visión desciende

Los sentidos saturados

Aquello que ha contemplado

A toda dicha trasciende.

En aquel instante entiende

Lo vano de esta existencia.

Y la pasada experiencia

Se hace su más grande anhelo.

Vivir por siempre en el cielo

Con una limpia conciencia.

 

Pensando en esto volaba

Por encima de un pantano

Donde un plumífero hermano

Del cieno se alimentaba.

Allí con afán buscaba

Un suculento gusano.

Un garcilote mundano.

Se encontraba en plena acción.

Y lleno de compasión

Detuvo el cisne su vuelo

Comentándole en el suelo

Su fresca revelación.

 

Y cuánta fue su impresión

Que al narrar aquel portento

La garza en ningún momento

Le prestó gran atención.

Le contó de la nación

Dónde no hay penas ni llanto

Dónde hay un eterno canto

De los seres redimidos

Y el otro como dormido

Que no le importaba tanto.

 

Del fruto de Árbol de Vida

Que es salud a las naciones

De las eternas mansiones

Por el Señor construidas.

Cosas nunca concebidas

Las que allí son contempladas

Por el Señor preparadas

Para aquellos redimidos.

No pueden ser explicadas

Pues trascienden los sentidos.

 

La garza al fin lo miró

Luego alzó la vista al cielo.

Suspiró cómo un anhelo

Por lo que justo escuchó.

Después se sobresaltó,

Y como un dardo certero

Pregunto a su compañero

¿En ese cielo que dices

Se puede encontrar lombrices?

PORQUE SI NO, NO LO QUIERO.

 

Oh morador  del pantano

Del cenagoso paraje.

Dios te envía este mensaje

Utilizando mi mano.

No podrá el placer mundano

Satisfacer tu carencia.

Y no podrá tu conciencia

Descansar por el pecado

Que te tiene esclavizado

En miserable existencia

 

Hoy te traigo una Verdad

de un Poder renovador.

Porque en la Cruz mi Señor

Pago toda tu maldad.

Comprando tu libertad

Tu deuda a Dios fue pagada.

Y también tu libre entrada

A aquella hermosa mansión

En Jesucristo hay perdón.

"DEJA TU LOMBRIZ BOTADA."

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.