Frases dedicadas a los niños, a la inocencia e infancia - II entrega - Con audio.

Diccionario Poetico - Sinergia Literaria



 

Frases dedicadas a los niños, a la inocencia e infancia - II ENTREGA

 

Bienaventurados los inocentes de espíritu porque su sufrimiento es el que salva al mundo.

 

Creed en la paradójica relatividad del tiempo, en tanto que el ser humano no alcanza a percibir la pureza, la inocencia y lo valioso de la edad de la infancia en comparación con las torpezas que comete como depredador en la edad adulta.

 

Cuando la madre naturaleza habla, los frágiles humanos tiemblan y no precisamente por inocencia, es por su vil y depredadora causa.

 

La humanización que logra Quino de su tira infantil en la precoz y preocupada niña Mafalda por los problemas del orbe es un hermoso homenaje a la mujer en potencia quien reivindica tanta exclusión y silencio en la historia de la humanidad.

Llega el tiempo en que ya no creemos en cuentos, eso no está mal, es parte útil y válida del conocimiento, sin embargo, no olvidemos darle a nuestro niño interior sin prejuicios ni impedimento un poco de inocencia y fantasía, es su necesario alimento.

Lo más sagrado que puede existir en este mundo de Dios: ¡Los niños!

Los niños no conocen de etiquetas, pero esta sociedad llena de prejuicios con unos medios de comunicación dedicados a la labor de antiescuela donde se promociona la envidia, el egoísmo, el maltrato y burla al prójimo, el fraude, la demagogia, la ambición hacen posible tal aberración.

Los niños no somos héroes, somos simplemente ángeles que conservamos aún la candidez, dándoles lecciones a los adultos que sí la han perdido acerca del sentido de respeto a la vida de los más desprotegidos.

Maestro: Dulce ángel que siempre piensa en grande y en los niños midiéndolos y valorándolos de la cabeza hacia arriba, hacia donde está su porvenir.

Mantener nuestras tradiciones y manifestaciones folclóricas, un poco para recordar nuestras raíces y nuestros ancestros, es alegrar indudablemente a ese niño interior que llevamos interiormente.

No temas cometer errores, tu mayor temor debe ser olvidarte de tu niño interior que te entusiasme a continuar con vocación tenaz por aprender antes que enseñar.

Ñapa para un niño, en época de mi añosa abuela, en que con travieso giño, nos recompensaba con buñuelos.

Politicastro: Perverso personaje dedicado entre otros ominosos papeles, a piratear y apañarse los sueños y el porvenir de los niños en un país.

Poseemos grandes competencias, una de ellas es la iniciativa con valor y arrojo para hacer las cosas, sin importar las críticas de tu prójimo... De niños siempre actuábamos bajo esa premisa, dejemos entonces correr libre a ese niño atrapado que llevamos dentro.

Ser adulto no es malo, lo malo es olvidarse que una vez se fue niño, pero que muy dentro aún hay candidez con la que puedes compartir con tu prójimo con ternura y con cariño.

 

Si andas cansado porque la gente te llenó la vida de vicios o prejuicios, la mejor medicina es rodearte de niños. Regodéate en su inocencia, ternura y candidez. Con su entusiasmo y energía renuevas tu vida otra vez. Te aseguro no falla.

 

Si hay algo hermoso en un niño, es su noble corazón lleno de inocencia, candidez y ternura; no del tamaño de su estatura, sino de sus sueños y fantasías.

 

Sin duda alguna que es una prioridad, No le coartemos a los niños el derecho con preeminencia y prioridad a valorar los libros y el ejercicio de la lectura, que le permitirán más adelante ser selectivos y cuidados con el uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías de comunicación.

 

Sin proponérnoslo, podemos mostrar ante el prójimo una apariencia agria y desoladora, o, demasiado imponente, pero en el fondo de nuestro ser hay un ser bondadoso e inocente, un niño latente que es fuente inagotable de alegrías y renovadas energías.

 

Soslayar en el tema de la pedagogía y los niños es no hacer diferencia entre el mal y el bien. Hay que hacer énfasis en que los niños no conocen de maldad, pese a la tesis caduca de la herencia genética de un fulano pecado original. Sin embargo, no por ello, el educador debe evadir esta tarea, pues si no se hace en el hogar y la escuela, el entorno lo hará de forma cruel.

 

Todo niño es un artista y confía ciegamente en su talento, pues no tiene miedo a equivocarse. Luego se va haciendo adulto al aprender en la escuela de la vida que existe el error y que hay que avergonzarse de él.

 

#FormandoCiudadanía” & #ElArcoIrisDeLosNiños

 

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