Epitalamio

Francisco VV

No me engañes. Te sigo.

Seré tu niño interior.

Si ángeles y adultos

se ponen celosos,

no temas:

juguemos al matrimonio.

 
 
 

Natalino, carne cándida

bañada en amor, te adoro,

también te deseo.

Mi nombre es Nathalie,

la niña de tus ojos,

cual Virginia Clemm

a su Edgar Allan Poe.

 
 
 

¿Pretendes amarme?

Tú mi Mary Gray,

yo tu Lord Byron.

“Muévete, viajemos”, decías.

Me tomas, me dejas,

me vuelves fugitivo.

 
 
 

No me dejes, por favor.

Te besaré cual mariposa.

¿Sabes algo? Eres único.

Te amo tanto, tanto, tanto,

que en nuestro lecho

tu madre preguntará

por qué te hago “daño”.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios2

  • alicia perez hernandez

    No me engañes. Te sigo.

    Seré tu niño interior.

    Si ángeles y adultos

    se ponen celosos,

    no temas:

    juguemos al matrimonio.
    ............................
    INTENSO Y BELLO

  • María C.

    SIEMPRE hay que seguir a ese niño interior que todos llevamos dentro
    SALUDOS.



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.