Funeral

Marisol Pantoja

Los sentimientos se desbordan y las lágrimas florecen porque casi nada queda,

solo el recuerdo infructuoso que persiste en la memoria,

solo los lamentos que no pueden ser callados,

solo la imagen intacta de la existencia misma,

solo un cuerpo vacío sin conciencia, sin vida.

 

Tan solo un suspiro que ya no se puede concretar,

una flor marchita que de este mundo sucumbió y no regresara jamás.

 

Un recuerdo más.

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  • Autor: Andromedae (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de junio de 2022 a las 14:02
  • Comentario del autor sobre el poema: Escrito el 16 de Octubre del 2017. Dedicado a aquel hombre de 70 y pico de años que, con su pala, sombrero negro, pantalón azul marino de tela, y botas de caucho igualmente negras, salía todas las mañanas, siempre bien temprano, a labrar las tierras siendo un agricultor. Volvía a las 6pm, y la abuela, siempre atenta, endulzaba su corazón con una taza de café en leche y las caseras tortillas de tiesto que, recién hechas, tibias le entregaba. Las tardes, así como las tortillas, también eran tibias. Pero un día, todo cambió, y la vida esbozó nuevamente la frase: "no todo es para siempre", pues, a aquel hombre de 70 y pico de años, que siempre se levantaba tempranito y volvía a las 6pm, le diagnosticaron cáncer terminal. Y me contó que cuando su jefe se enteró, se despidió de él, ojalá fraternalmente, diciéndole que vuelva a casa y descance. Ya no tendría que trabajar más como agricultor. - "Manuelito, vaya a la casa a descanzar, espero se mejore". Y las palabras de vuelta: "Claro compadrito, pero no se preocupe, cuando me recupere volveré a seguir labrando la tierrita, como siempre". Y eso sería lo último que les dijo, o al menos, algo como eso, según me contó mientras lo veía flaquito por las quimioterapias, recostado, con su gorrito de lana gris, charlando, como si tuviera la certeza de volver a ser agricultor otra vez. Pero nunca pasó. Nunca volvió. Y, aquel hombre de 70 y pico de años, que siempre se levantaba tempranito y y volvía a las 6pm, un día no lo haría nunca más. Y ahora, al recordarlo, la figura del abuelo se asoma levemente, dándome la bendición mientras camina a lo lejos por las calles empolvadas de Pugacho, con su pala, sombrero, pantalón azul marino de tela y botas negras de caucho. No se me olvidará.
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 34
  • Usuarios favoritos de este poema: VOZ DE TRUENO😉, alicia perez hernandez, Rafael Huertes Lacalle.
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Comentarios4

  • VOZ DE TRUENO😉

    Esos abuelos...nos dejaron grande escuela. Me recordaste al mío, campesino de sol a sol, no por carga...por el placer de serlo.

    Escrito y comentario cautivador.

    Fuerte abrazo y gracias por compartir. 🤗🤗🤗

  • alicia perez hernandez

    Q.D.E.P.
    UN GRAN ABRAZO, POETA

  • Raiza N. Jiménez E.

    Me detuve,algo mágico me atrajo, es la vida que vivió, en lo que elgió vivir.Dulce recuerdo el de un abuelo que nunca vi, ambos murieron antes de yo nacer.Mágica experiencia, dulce y triste recuerdo a la vez. ¿Qué importa acá? Ese ser de carne y hueso que llenó con su vida y su ejemplo un espacio de amor y de buen ejemplo. El abuelo estuvo, vivió y se despidió.Bendito sea, que siga mirando desde el nuevo espacio a los que un día lo amaron y todos los días lo recuerda con más amor. Tremenda aventura, haber vivido y estar consciente al despedirse.Dios lo bendiga y a los que lo amaron.Muy sentido trabajo.Gracias.Saludos...

  • Bolívar Delgado Arce

    Sintonizo el dolor en cada palabra. Un abrazo. Buenos versos.



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