Nunca nos alcanza

Vancouver

      Yo pensaba que no era yo, que yo solo trataba de ofrecerte algo distinto, mientras tú buscabas más de lo mismo.

       Pero estaba siendo el mismo de siempre, buscando como siempre sin mostrar a nadie, para mis adentros, cosas que no existen.

    Podría tener todo el oro del mundo y tú risa cada mañana, y aún así estaría en falta, es mi pecado y mi maldición saber a ciencia incierta que nunca me alcanza.

    Al menos hoy lo sé. Aún así, todavía no me alcanza.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.