DOS ABRAZOS EN UN ABRAZO

DOS ABRAZOS EN UN ABRAZO

 

Y después de tantos años volvimos a abrazarnos,

Yo te abracé y tú me abrazaste,

Fueron dos abrazos en un abrazo.

 

Yo te abracé con fuerza excesiva,

Te di un abrazo de ésos que llaman rompe costillas.

Y tú me abrazaste con delicadeza,

Con tanta delicadeza que casi no te sentí en mis brazos.

 

Mi abrazo pretendía fundir tu alma con la mía,

Y hacer de dos almas una sola.

Pero tú abrazo me decía que mi alma era agua y la tuya aceite,

Que podían juntarse, pero no mezclarse.

 

El abrazo que te di,

Era la llama con la que quería volver a prender,

Un carbón que ayer fue brasa ardiente,

Dicen que el carbón que ha sido brasa,

Con poco fuego se enciende,

Y fuego en demasía tenía mi abrazo.

 

Pero el abrazo que me diste,

Traía una ráfaga de viento,

Tan fuerte que a pesar que no logró apagar mi llama,

Tampoco dejó que el carbón en llamas ardiera.

 

En un solo abrazo sentí dos abrazos.

Sentí que mi abrazo era contundente, firme,

Que era la expresión de quién sigue sintiendo en su corazón,

Algo muy fuerte por quién estaba abrazando,

Sentí que quería decirte te amo y quiero quedarme en ti,

Como tú estás en mí.

Sentí que tu abrazo estaba cargando de emociones encontradas, de dudas,

Manifestaba tu abrazo una alegría de verme,

Pero nunca expresó sentimientos de quererme a mí,

Como yo te quiero a ti.

 

Quisiera decir que me siento feliz de volverte a abrazar,

Pero no sé ni que decir,

Lo recuerdo y lo quisiera olvidar,

Aunque no quisiera olvidarlo.

 

Dilemas y dilemas me generan ese abrazo,

Pienso que debo reclamar una garantía,

Que repitamos ese abrazo,

Y que en él pueda sentir que al abrazarnos,

No hay dos abrazos,

Sino, un solo abrazo.

 

Dedicado a P.A.V.L.

 

Autor: Luis Alfonso Galeano S. "El Cheverísimo"

Registrado en D.N.D.A.