Los momentos de Aura y Efraín

Rafael Parra Barrios

A Efraín
(QEPD)

Para edificar una amistad no se necesita estar, se requiere ser, dimensión que tiene el toque de la eternidad.

Y para conquistar ese patricio don, solo basta que exista fraternidad y afecto, no importa la distancia ni la frecuencia, vale si la sinergia y la química que nace al calor de la calidad humana que recíprocamente se brinda, siendo una sublime dosis de comprensión, que va de la mano en el camino de la vida, a propósito de enaltecer la trascendencia del ser humano.

La amistad es un latido perenne de amor que se anida en los corazones de quienes la abanderan y exactamente en tal contexto ubico a Efraín, pues desde que nos conocimos en el municipio Independencia, comenzó, junto a su inseparable consorte, Aura, una historia de bonhomía, donde la fe le dio rienda suelta a las utopías para convertirse en obra.

Imposible hablar de Efraín sin mencionar a Aura. Ambos encarnan la cohesión y la coherencia de sus propósitos, en tanto protagonizan el sueño y la realidad de la Posada Granja Momentos, que de sus ideas y manos emprendedoras surge para deleitar a los que la visitan.

Ese paisaje florido y hermoso, esa arquitectura humana y acogedora, tiempo y recinto de inolvidables encuentros y servicios competitivos, constituyen la visión familiar de un destino turístico, ícono de Yaracuy y Venezuela, referencia mundial, además.

En 1996, cuando fui nombrado por el gobernador Eduardo Lapi, Presidente de la Fundación para el desarrollo del estado Yaracuy (FUNDAYARACUY), nos conocimos y desde entonces no dejamos de apoyarnos para consolidar su proyecto y el vinculo que nos unía. Luego me correspondió ser Alcalde y desde el gobierno local le dimos aliento a su perseverancia y a sus planteamientos. Era un honor servirle a unos servidores natos, por ende, era un compromiso con sus afanes y con el desarrollo local. Recuerdo que en el marco de nuestra gestión, le conferimos a ambos, la Orden Antonio José de Sucre en su Primera Clase.

En ciertas ocasiones coincidíamos en las fruterías de la ciudad, donde escogía los mejores productos para tributarlos en su exquisita posada a sus comensales. Tenía un mapa de los sitios para seleccionar la calidad de lo que buscaba.

Muy conversador y esperando que nos atendieran, expresaba:

-Profesor si va a comprar pimentón vaya a tal sitio. Son los mejores y procure que tengan tres picos, son superiores, me comentaba.
-Aquí donde estamos
están los vegetales más frescos de la ciudad, continuaba.
-Y no se equivoque a la hora de comprar las cebollas y plátanos y a buen precio, agregaba. -Vaya a la frutería que queda por aqui cerca.
-Eso sí Profesor, los mejores tomates, ajo porro, acelga y cebollín están en los alrededores de la posada, por eso es una granja.
-Por supuesto, esa dedicación de ustedes y la fertilidad de su tierra, no tiene comparación, le respondí.

Una gerencia personalizada que con tesón y calidez, brindaba a los turistas y a todos los que allí acudían, le caracterizaba. Atendía a su variada clientela con esmero y dedicación.

Efrain Pérez y Aura Ovalles llegaron a Yaracuy en el año 1992 y se instalaron en la Urbanización Valle Fresco, al frente de la Plaza Raúl Ramos Jiménez. Venían del ruido de la capital de Venezuela, Caracas, y al llegar a Yaracuy quedaron prendados y enamorados del verdor de sus valles y montañas, de su paisaje y de su gente.

Al poco tiempo compraron un lote de tierra al final de Agua Viva, pasando la quebrada La Camachera, en donde hicieron realidad su sueño, el de aperturar una hermosa casa, con tres habitaciones, de las cuales dos eran para el hospedaje. Así sembraron la semilla de un lugar apropiado para atender al turista con calidad y esmero. En 1996 nace la Posada Granja Momentos, obra inmaculada de este par, Efraín y Aura.

Desde entonces compartimos múltiples momentos de donde surgieron propuestas y respuestas que se plasmaron en la dinámica espacio temporal municipal.

Efraín fue un hombre apasionado, afable, bregador y empedernido amante de la naturaleza, la cual se reflejaba en cada detalle de su posada. Este hombre singular, emprendedor y ejemplar, falleció el pasado domingo, se nos fue a una fase superior y ya está en la Posada de Dios, en la morada celestial, en el huerto de Jesús, disfrutando el jardín y el manantial del niño Dios que lo baña de amor y fe para bendecir su advenimiento.

Amigo Efraín descansa en paz. Aquí sigues con y en nosotros con tu legado y tu excelsa compañera de vida, Aura, que con creces, te representa y proseguirá con énfasis lo que juntos bordaron.

Adiós Efraín!
La paz sea contigo!
Brille para ti la luz perpetua! Amén!

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