A Emily Dickinson

Sinediè

 

 

De tu corazón -un Puño- murmura
un río de sangre -evitaron la Montaña-.
Demasiado Aire -helaba- los sentidos?.
La Relojera minuciosa del abismo.

Ahora te piden la Hora -no tienes reloj-
yo tampoco, no rindo - Tributo- al templo
de sombras, ni al dios sol, sino a la Luna
errante -Tintineando- entre tus runas.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.