La desavenencia duerme a la izquierda

Yamel Murillo



Me voy olvidando de la luz de su boca, aun y abracemos el mismo paralelo.


Miro los planetas buscando sus ojos mientras para no perderme voy asida de sus dedos.
Está en la habitación. Su presencia asciende hasta el helio de la lámpara justo cuando su cuerpo permanece nitrógeno sobre la cama.
Su espalda roza la única certeza de sí en mi recuerdo inmediato.


No se llora ante las paredes...
Toca beber sin sed y rasgar las vestiduras.

 

 

 

Yamel Murillo

Anatema©

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios1

  • YA SABES QUIEN

    Se desencadena de la culpa y la tristeza

    Muy bueno



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.