Aquel lucido sueño

Mauma


Mis parpados comenzaron a ocilar
Cada segundo pesan un poco mas
Como olas contra arrecifes no paran de chocar
Y con un lugubre manto me han de acobijar


A punto de desvanecer, nada que desear
Estoy solo con esta compañera soledad,
Sin encontrar un camino que sondear,
No creo que haya algo que buscar.


Oculto entre sueños
buscaba el mar
pero iba perdida
en la oscuridad.
Solo las estrellas
me han de acompañar
y quedo muy sola
con esta soledad.
(Nuria)


Tus ojos jamás me habrán de mirar,
dentro del sueño donde quiero despertar.
Escucho el eterno lamento del mar,
deseando estar en cualquier otro lugar.


Las olas con su vaivén derraman
lágrimas de dolor, y
cabalgo con el viento saciando
mi necesidad de volar.
Pero no sé, dónde voy, ni a dónde
quiero llegar; eso... El tiempo dirá.
(Nuria)


Volando en este mundo surreal,
a negras alas mi vida eh de confiar.
Buscando aquello que siempre
he de desear,
eso que en el mundo real
se me hace imposoble llegar.
Por eso al sueño tiempo le pido,
y el sueño espera condescendiente,
no tiene problema, es un buen amigo.
Sabe muy bien que muero por encontrarte,
Por tomar tu mano y bailar pegado contigo.

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Comentarios1

  • Luis Pizarro M.

    Era un charco lúgubre
    En el que me ví en medio
    Y con espanto divisé
    Que una muralla floreció
    Desde el subsuelo
    Retrocedi los pasos
    Sin dejar de mirar aturdido
    lo que se avecinaba
    Salió una horrible mostrocidad
    cómo fruto del árbol
    árbol compuesto de mármol
    Y no tuve salidas
    La muralla se llegó a multiplicar
    rodeado de estás sombras
    fuí atravesado por la espalda
    De la muerte hecha hombre
    la nefasta y más horrosa
    forma de respresentarse
    y al escuchar en ese instante
    Aullar un lobo enloquecido
    me ví desvanecido y cesado
    de vida y suspiros.
    Desperté y corrí al baño
    Cómo corren los ladrones
    Pero más apeligrado estuve
    Y con miedo tocandome
    La cara me miraba en el espejo
    ‘estoy vivo solo fue un sueño’.
    Aquel sueño fue tan lúcido
    Que ya desde entonces no quiero
    dormir por las nefastas noches.
    (Luís Pizarro Morales)



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