No es preciso decir que no me amas,
hace tiempo no me buscas en tus sueños,
mi nombre se borró en tus pensamientos,
y la tibia luz de tu mirada ya no me ilumina.
¿Qué esperábamos de un amor tan extraño?
el silencio y el tiempo mataron nuestras almas,
y se durmieron en el más dulce de los sueños,
¿para qué tratar de reanimarlas?,
si el amor es un fuego que trasciende al infinito,
y lo nuestro fue, solo un tibia brisa distractora,
como un tibio café, que no apetece en el más intenso frío,
y por qué negar que fuiste, mi deseo vano.
Queda, no queda nada, ¿para qué recordar?,
si lo más bello de la vida es vivir y amar,
respirar y dejarse consumir en la esencia del amor,
y en sus brazos tibios todos los días despertar.
No agotes tus fuerzas y no bajes los brazos,
que pronto llegará quién saque de ti el fuego abrazador,
y en unión de lo que llamamos el amor verdadero
su historia trascender al amor sempiterno.
- Autor: Fersita. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de julio de 2019 a las 16:41
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: Classman, Pajarillo, alicia perez hernandez
Comentarios2
Precioso poema doctora.
Me alegra que haya sido de su agrado. Gracias por su tiempo. Saludos Piñeiro.
El silencio y el tiempo mataron nuestras almas,
Si no queda nada, ¿para qué recordar?,
No agotes tus fuerzas y no bajes los brazos,
Para qué trascender nuestra historia?
Bonito mi dulce amiga, me ha encantado
Con cariño
JAVIER
Gracias estimado Javier por su tiempo. Un abrazo
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