Caminando por el sendero,
por un lado, por la orilla,
a dentro de un agujero,
!!una Rosa Amarilla!!.
Me detuve para mirar,
la belleza de esa rosa,
sin dejar de recordar,
a mi querida y amada esposa.
Regrese por aquel sendero,
haber si se había marchitado,
mas no la encontré en el agujero,
pues ella estaba ya a mi lado.
Esa rosa en el camino,
tan delicada y preciosa,
no era mas que el recuerdo,
de mi adorada esposa.
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Autor:
José de Amercal (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 8 de julio de 2010 a las 01:28
- Categoría: Amor
- Lecturas: 673
- Usuarios favoritos de este poema: isabel., lyi roseblue, JUSTO ALDÚ, Monisabel, laura correa, poesiaromantica, sayury.
Offline)
Comentarios14
muy sentidso y emotivo...tu poema.. mi poeta..
reciba mis cariños, y un aplauso.. a tan bello poema...
clap...!!! clap..!!!
kalita
Preciosas letras, hermosa flor, maravillosa presencia del amor.
Mis saludos
b4ello poema mi amigo esa rosa era tu esposa, me encanto,
besos.
presioso poema.
una rosa un amor,
tu esposa.-
beso del alma
QUE LINDO HOMENAJE ASU ESPOSA LOFELICITO DE CORAZÓN UN SALUDO Y MI AFECTO.
Que belleza de poema, me gusto mucho
La rosa, la esposa y el poeta se encontraron en el jardin dandose las manos
Con amor Linda
Muy bien hermano, muy bien. Nuestras esposas merecen eso y mucho más.
JUSTO ALDU
Precioso poema, siento un dejo de tristeza, de amor sublime, de inspiración melancólica. felicidades José por esos versos.
luis
José
Hermoso el sentimiento que se lee en tu poema!!!
Un bello homenaje a tu esposa.
Te felicito
y me lo llevo a favoritos.
Besos para el alma
Te felicito porque poder expresar tus sentimientos de esta manera tan hermosa a mi como esposa me da envidia porque mi marido no tiene esa delicadeza,asi que es doble mi felicitacion
un abrazo
es un justo homenaje a quien te ha dado tanta felicidad
¡Que dios les siga bendiciendo!
Bonito homenaje amigo José para esas dos rosas que perfuman tu vida.
Un abrazo!!
Me inclino a pensar como Alex, que son dos rosas hermosas y que son motivo de tu linda inspiración.
Un abrazo José.
Esa rosa en el camino,
tan delicada y preciosa,
no era mas que el recuerdo,
de mi adorada esposa.
UN VERDADERO REGALO
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