Cautivo soy de un canto de sirena,
preso en la cárcel de su piel de roca;
quisiera un beso de su dulce boca
aunque me mata, ciega y envenena.
Testigo de mi amor, la luna llena
tiñe de plata el mar que me sofoca,
se borra la ilusión de mi alma loca
cuan náufrago perdido entre la arena.
Enloquecido y ciego soy, lo admito,
tu resplandor me cubre el pensamiento,
tesoro hermoso y a la vez maldito.
Intento adivinar si el firmamento,
acojerá mi cuerpo ya marchito
como un suspiro débil en el viento.
- Autor: C0RSARI0 NEGR0 ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2010 a las 09:54
- Categoría: Amor
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: la negra rodriguez, Henyer
Comentarios4
Tu seudónimo me atrajo y entré en tu poema, porque a mi me encantan la zaga del corsario negro, de Emilio Salgari, y leyendo el poema , recuerdo las obras y m imagino , aunque en ellas no haya sirenas, mu bello poema, y un gusto en conocerte.
besos.
revisé tu pérfil y veo que eres nuevo, cuenta con mi apoyo.
bellos versos y una muy buena representacion de esa sirena que enamora al corsario negro 😀
un abrazo
que poema tan sublime!
gracias por publicarlo amigo mio.
Muy bello tu poema...
Saludos!!!
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