Me gustas, tanto como ponerme de pie sobre la parte en la que el sol alumbra durante una mañana helada, me gustas tanto como escuchar mis canciones de jazz raro, pero la verdad es que no me gusta tanto como tú.
Me gustas, tanto como tocar mi guitarra, pero preferiría tocar con delicadeza tus caderas y escuchar la armonía de tu respiración cuando hay mucho silenció.
Comentarios1
Muy sutil tu manera de decirle a ella que te gusta. Un saludo cordial.
Gracias por leer mi primer poema Ingrid, un abrazo!
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