¡ Joto !
Una cuchillada al corazón,
La muerte,
La humillación.
¡ Joto !
No importas,
No importa tu dolor;
Un túnel de vida, una carga, una prisión.
La piedra de un pecador
La ignorancia,
Mi incomprensión,
Mi derrumbe;
La estridente campanada,
¡ Joto m, m, m, m, m, m, . . m, . . . m, . . . . . !
Ni tus virtudes,
Ni tu llanto,
Ni tu valor,
Ni tus derechos humanos,
Ni tu dolor,
Ni tu moral,
Ni tu decencia,
Ni tu presencia,
Ni tu educación,
Ni tus principios,
Ni tu bondad,
¡ Joto ¡
Siempre serás ! Joto ! ¡ El Joto !
¡ Ese es Joto !
¡ Ahí va el Joto !
! Joto, Joto, Joto !
Un túnel de vida, una carga, una prisión.
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Autor:
Cristobal Villegas de La Huacana (
Offline) - Publicado: 23 de enero de 2018 a las 14:11
- Comentario del autor sobre el poema: Un reclamo social, intentando crear conciencia del holocausto a que ha sido sometida la comunidad gay en México y en casi todo el mundo. Negros, Mujeres, homosexuales han sido vistos como seres de raza inferior negándoles derechos, sometiéndoles, creando ciudadanos de segunda y tercera, pero solo la homosexualidad ha sido y es motivo de condena a muerte. Todos somos seres humanos y que solo baste eso para tener todos derechos iguales. Esta es una poeteatría que imagino recitada entre 6 personas, un central y cinco recriminantes.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 163
- Usuario favorito de este poema: Black Lyon.
Offline)
Comentarios1
Excelente reflexión socio-política. El detalle, es que, a mi parecer, los "mártires" iniciadores del movimiento de "liberación" social, llegaron hasta los 90´s. Ahora, la comunidad LGBT (Y sus alas radicales), ya ostentan derechos inexistentes, la imposición que están haciendo los homosexuales es tan flagrante, que ahora ya es castigado por la ley llamarles "jotos o maricones" Es contra natura ir en contra de la libertad, más la libertad es intrínsecamente responsable. De ahí el problema, llegaron a un punto, donde ahora quieren establecer no solo su ya aceptada aceptación (por la democracia) sino también una utopía de "libertad" de elección.
Está claro, que solo es hacia los homosexuales. Sin embargo, no queda ya lugar más que en el recuerdo romántico, el hecho de ser homosexual y ser condenado. Ni la Iglesia condena la homosexualidad, lo que condena es el acto homosexual en las relaciones sexuales.
A pesar, de todo lo que puede contenderse con sus líneas. Debo admitir también, que está muy bien escrito y toca muy claro, ese tema tan espinoso para los mexicanos.
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