DE CIELOS E INFIERNOS

Maria Angel Russo

 

 

En la intensidad que respiro
las partículas del tiempo
se desvanecen entre mis dedos
inexistentes, como un espejismo

Estás unido a mí en cada
latido intenso que estalla en mi pecho
así, el silencio de unas horas
multiplica infinitamente sus efectos

Siénteme:

Estabas adentro desde el principio
mucho antes que la errancia
pulverizara mi espíritu y fuese
en el viento la sed de los caminos

Comprende:

Tu palabra volvió para nombrarme
invocando en mis venas
el magma de la tierra
el reclamo de mis ángeles caídos
en mitad de la noche más oscura

Conoce:

La espera hinca en mis carnes su garra
la distancia y el silencio abonan en mi mente
susurros concebidos en la hiel de mi averno
y la larga lengua de las horas
desgarra mis sentidos

Entonces

Abrasa desde lejos mi vientre
hazte densidad en el verbo
toca mi cuerpo con el ansia
que devora en su grito
el tiempo, la distancia, el silencio
y hazme amada en tu fuego!

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