Capítulo 5. El despertar. 05/09/17

Se pierden las palabras en el laberinto que es mi cabeza.
Puedo verte a los ojos ya sin temor
el monstruo se desdibuja y parece ser un ángel guardián.
quien no tenía corazón ahora es un hogar acogedor.
Nos desarmamos, si
pero en este momento nos estamos armando,
y aunque lejos y en silencio, nos estamos amando
este amor es distinto al anterior
este amor, es de verdad amor
no tiene dolor.
Parecemos amigos, algo que nunca fuimos
quizá nos tocó hacer las cosas al revés.
Te estoy conociendo apenas
después de casi una década físicamente cerca
 pero NUNCA juntos.
Al fin te estoy conociendo…
 “Mucho gusto, de verdad es un placer conocerte.”

Es tan extraño dejar de verte por un mes y en vez de dejar de sentir amor por ti, siento que te amo más, esta lejanía extraña me une a tu alma, puede que me siga yo engañando, es algo difícil de saber, pero… siento que tu alma se hila con la mía. Cuando nos hablábamos, recordando el pasado, no nos entendíamos para nada, era como hablar en idiomas distintos, pero ahora, ahora… las conversaciones son tan fluidas y calmadas, como si de alguna manera nuestros materiales fuesen los mismos, hoy siento que estoy despertando de un sueño, que no era ni sueño ni pesadilla, de un sueño que era sueño solo por el hecho de dormir y no estar presente en la realidad. Llegamos a ignorarnos a tal punto de perdernos, no solo el uno al otro, también nos perdimos en nuestro interior, ni tú eras tú ni yo era yo… Ahora cada día que pasa somos más quienes somos, y no paramos de sorprendernos con cada cavilar que trazamos, ya estas conociendo tu locura, que ves, no estaba lejos de la mía. Tenemos una batalla por delante, y nosotros los estrategas encargados en delinear este boceto, y volverlo palpable.