Rayueleando

Alberto Escobar

 

 

Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que
andábamos para encontrarnos. Rayuela.

 

 

 

 

 


Me sorprendo, por las anteshoras, resopando tus recuerdos
hasta que la nociosidad me invade en mis címbalos.
Me coturno, en la solescencia del tiempo, como bastiendo
las compromencias que lanteas al aire sin flujos de simas
carbonáticas, que siento recebrar entre los velos febrosos
de las sogras que me lenguaste al cuello de la mentira.
¿Sigues en París ferreando los puentes sobre el Sena?
Solo me consuela, a estas celaturas de mi falencias, pensar
que tu amor es árleta que chorniza cada instante de preba
turnencia que me nubla la atención en el abstinto torcal.

Te deseo que la granicie de tu alegría se desbusque sobre
la trependiosa angustia que el frío me carbonata en esta
ciudad salitronosa y populante, y solitudinaria...

La felicidad no es sino el saporoso vuelo que restrepa
lo que esperas vocinar en este locutante gerbán de
croces rimprimentes.

Con todo el cariño que puedo carpetarte me dispervo.

Ver métrica de este poema
  • Autor: Albertín (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de agosto de 2017 a las 19:15
  • Comentario del autor sobre el poema: Nueva dedicatoria a mi admirado Cortázar, cuya estrella es inalcanzable por muy alto que intente saltar.
  • Categoría: Carta
  • Lecturas: 98
  • Usuarios favoritos de este poema: un poeta lirico, Alexandra L, Diego Nicolás García Contreras.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios3

  • Alberto Escobar

    De entrada pido disculpas por mi atrevimiento. Sí os confieso que me encanta arriesgarme, tirarme a la piscina sin agua porque sé que no voy a descalabrarme, porque estos ejercicios se dibujan sobre la tenue gasa de un sueño, de un juego que me hace creer que comparto espacio con genios como Julio, que solo puedo alcanzar en el delirio de una alucinación. Es como querer lograr la luna de un salto y conformarse con abarcarla solo con la angostura de un dedo.
    Este absurdo texto es una torpe interpretación del fragmento en glíglico contenido en la majestuosa Rayuela. Pido encarecidamente perdón a los amigos que se dignen leerme esta vez.

  • un poeta lirico

    Pues no podria calificarte, pero si admirar el esfuerzo de preparar algo que pueda asemejarse a la brillantez de un escritor como Cortazar..Ojala y muchos de nosotros nos tomaramos esos atrevimientos en aras de ir evolucionando la forma de escribir..Un abrazo

    • Alberto Escobar

      Gracias por tus generosas palabras. Saludos Poeta.

    • Nipur

      Uno tiene que darse los gustos en vida. Además, Cortazar no era ni mas ni menos que un hombre.
      Brindo por tu escrito, por ti y por Cortazar!!!
      Abrazo

      • Alberto Escobar

        Gracias por tus alentosas palabras, que me alentejan lo que me festrona de jornada. Otro abrazo.

        • Nipur

          Jajaja eXeLeNtE.!!!



        Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.