Gruesas gotas de luna caen en la espalda de los ciegos, sonrien pensando en manos de mujer acariciando.

César Pérez

Aquí la gravedad es el oxigeno, hace su ley, todo cae, desde mi alma, devaluada moneda en un bolsillo roto que por segundos se sostiene de una telaraña, hasta mi cuerpo, que por horas se recarga de un libro de Bardor, de una astillada columna vertebral. Quisiera irte a buscar para dar conmigo, porque llega un momento que hasta las cobijas tienen frio, el agua sed y el amor se vuelve rencoroso.

Si otra vez aparece luna triste, dale un poco mas de queso por la tarde y comienza a tejerle sus chambritas al invierno. Mientras desandaré a orillas del Guayalejo a medianoche, a platicar con los fantasmas que aun respiran, dicen que se contagia el malagüero, te guardaré un poco en un frasco, una pequeña dosis te haría levitar y quiero que me digas como se mira Xicotencatl desde arriba.

Seguro te contaron que platico solo, me cansé del espejo, el perro, la tierra donde nacen mis uñas, platico solo pero no te enojes, no digo malas palabras ni hablo de la gente. También te habrán contado que duermo desnudo en la azotea, es cierto, y es que el frio de tus ropas olvidadas es intenso, esta en el cobertór, en las aspas del ventilador, en todos los objetos de esta casa grave, a la que quisiera arrancarle puertas y ventanas para no dejar salir al sol.

Creo que enfermé un poco de vampirismo, me gustan mas las noches que los dias. No hay nada mas hermoso, brillante, lleno de misterio, que cualquier ave nocturna, las he oido reír a carcajadas, colgadas de las ramas de la Ceiba, persiguiendo brujas y duendes, organizando manchas en la luna o embarradas en el hotel viejo, como estampas de cartas arrugadas. 

Se me olvidaba contarte que me he hecho invulnerable a los poemas, a las novelas, las cambie por formulas matemáticas (la del dolor es simple, uno mas uno es igual a dos, le restas uno y el que queda se divide en trozos) inglés avanzado, ropa sucia, barbas largas, cabellos olvidados del cepillo. El agua no me limpia la nostalgia, me embarra de recuerdos, el agua esta bien por la boca, nada mas. Nunca me has visto hacer el Ying Yang con agua y cocacola.

Si te cuentan que hago esto y aquello, y no se que mas, en fin... que hago locuras, es cierto. En cambio, si te dicen que estoy loco, no les creas; tengo secretos que algún día revelaré, pero hoy tengo miedo a que me juzguen cuerdo.  

  • Autor: César Pérez (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de mayo de 2017 a las 16:11
  • Comentario del autor sobre el poema: Es algo que le escribí al Sr. Layo, un genio de las Matematicas y el Ingles que vivia en la calle, sucio y descuidado, yo pensaba que seguramente era por alguna mujer. Si le pedias su apoyo en estas materias, lo hacia con gusto, las personas de mi Xicotencatl, Tamaulipas lo entenderan muy bien.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 23
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Comentarios1

  • Ana Maria Germanas

    Simplemente, maravilloso, querido
    Cesar, si esta es tu locura, fue para mi una lectura de la que bebi insaciable, la disfrute, muchas gracias-

    • César Pérez

      Gracias Ana Maria Germanas, Saludos¡¡



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