Tarde de ocaso

Mauro Enrique Lopez Z.

Tarde de ocaso caminaba a la orilla del mar

y tambien lo hacía la dama que me gusta tanto,

iba acompañada de esther,

me llamó dijo:

la puedes acompañar esa tarde,

quise saltar de la emoción.

Cómo será un placer, le saludé

y me presenté ante ella,

le dije: mi nombre es Mauro,

y sonrió para mi.

Exclamé:

la tarde esta así de vivo color

porque el sol se esta ocultando alegre

al ver esta hermosuras ,

Esther respondió:

como siempre tan galán,

y hablan de usted que es poeta,

quien dijo eso ni yo mismo creo

que escribo un verso ,

solo se que al ver su lindura,

creo que hoy si me inspiraré.

Ahora todas las tardes nos vemos

para ver caer el sol,

y las caricias que los damos

es con amor y mucho placer.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.