Alzheimer temporal.

Arsenio Uscanga

Sé que a veces es complejo manejar a un tipo como yo, apenas me reconozco, un tipo al cual sus periodos de crisis suelen agudizarse hasta al grado de perder los buenos modos con aquellos que aprecia y ama.

Juro que no es mi intención.

Y tal vez sea cansado, verle continuamente, entrometerse en los resquicios de tu corta paciencia, o tener que repetir una y otra vez que le amas sin condiciones.
Parece olvidarlo todo, grita al viento desquiciado: "!Mírame carajo, no ves que me está jodiendo el pesimismo de todos!

¡Pero juro, él grita que también te ama!

Es solo un enfermo, tiene Alzheimer de manera temporal. Se ha olvidado de si, y con ello de sus escritos,  aquellos escritos nocturnos que tanto te deleitaban, o de la dulzura inmersa en los pequeños reproches.

Juro que no es a propósito, juro no intento mal pasarme los pocos minutos que la vida nos otorga a diario, durante mis periodos de lucidez, ni apagar en tus ojos ese brillo que poseen cuando miran enamorados, ni borrar de tu boca esa excelsa sonrisa que recuerda que aún cuando llueve fuerte, el día puede ser un regalo.

¿Es que acaso soy mi padre? ¡Que horror encontrarme una mañana celándote, y dibujando en mi mente historias desvergonzadas, o reclamando pequeñas estupideces!

Sabe que no es ese hombre del que te enamoraste y lo entiende, quiere alejar de tu lado los reclamos por tonterías, que terminan magnificando y sellando en tu interior la distancia.

Y le duele no encontrarse, no porqué seas el camino, sino porque quiere tomar de tu mano e inventar otros senderos, el de amar con libertad, el de soñar y ser merecedor, arquitecto, y diseñador de interiores del amor que construyen dos almas que se encontraron, por destino o coincidencias, por voluntad absoluta o pasividad influenciada por tus dos negros y hermosos ojos, y recordar que le dijo sí, sí a la vida, sí al placer intrínseco de negarle a la duda su acto de aparición, si a tus lunares bonitos que aparecen como estrellas en el cielo, y la manera en que me sorprende tu voz en la distancia y cada día confirmo: !SÍ, ESA ES LA MUJER QUE AMO!

Tal vez no entiendas que eres importante en mi vida, pero si vieras como tu cariño ha hecho que llene las camisas que antes holgaban de mi torso, a causa de que me cuidas y preguntas si he tomado algo antes de ir al trabajo.
Y me incitas a leer con apetito voraz tus libros favoritos, llenas a mi alma de aprendizaje infinito, con tus muestras de amor, de bondad, de exquisita sabiduría.

Te amo antes de levantarme, al abrir los ojos y pretender no inquietar tu sueño con un mensaje a destiempo. Te amo durante el día, cuando quiero saber las noticias de tu vida emancipada. Y al caer la noche, dice un secreto a voces, que ahí donde se encuentra tu pensamiento al caer la cortina negra de Morfeo, allí se encuentra tu corazón. Y al final del día, te cruzas por mis recuerdos, por mis sueños, para arrullarme hasta quedarme dormido, hasta volar a ese nido, en el que ambos desafiamos a la distancia y estamos al fin reunidos.

Te amo.

Aún cuando mi Alzheimer temporal, me dejo irreconocible, lo único que percibo es eso: La manera tan ferviente en que te amo.

Y eso no puedo olvidarlo.

  • Autor: CALV. (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de noviembre de 2016 a las 00:07
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 30
  • Usuario favorito de este poema: Alextheblack.
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