Intitulado CCCLXXII

Leandro Rodríguez Linárez

Cuelgan mis rodillas…

Mientras me siento en de cada segundo descarrilado.

Dónde andan las manos socorristas,

La gratitud de las sombras que cuelgan desde las orillas,

La rancia anestesia de las otras voces,

Los ritos que se adhieren al conformismo del paladar.

Los cardinales de tierra desorientados dejan caer las estrellas,

Ellas se sientan encima de cada hora alargada.

Solo veo los denigrantes gritos de un sol exhausto,

Cuya luz no pretende dejar ver,

Lo que no quiero mirar…

Su alma incendia los colores, las formas, las otras almas,

Dejando solo la malintencionada resignación de las siluetas

y sus gritos exhaustos.

 

LRL

21-09-2016

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