En un campo de àridas praderas,
se agita un àrbol, lìvido y desnudo;
ya no tiene el follaje de otras eras,
y aùn resiste el huracàn señudo.
Y sus fràgiles ramas se parecen
a fantasmas que vagan en las nieblas:
que a las sombras se ocultan y aparecen
a la luz de la luna en las tinieblas.
Yo tambièn, como el àrbol de la historia,
soy fantasma que huye del pasado;
de los golpes, lo cruento y de la escoria.
Ahora boy, cavizbajo y desgarbado,
a enterrar de mi vida la memoria
que el destino a su paso me ha dejado.
- Autor: Bertini (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de enero de 2016 a las 23:55
- Comentario del autor sobre el poema: Este cuento es la semejanza que existe entre la naturaleza y nosotros los humanos, como lo dice el tìtulo: al final de la vida todos llegamos a la misma meta.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 13
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