El abuelo Miguel.

Araceli Vellber

Tienes las visitas más alegres

y  las despedidas más llenas de vida, que conozco,

eres capaz de iluminar de sueños, mi viejo dormitorio,

cuando tú, estás dentro,

te sientas a mi lado y de repente parece que yo, me levanto.

Tienes el tono de voz que hace florecer

las lágrimas en mi rostro

tensar la piel, como aquel niño de dieciocho,

e imaginar que soy capaz de alzar el vuelo.

Tienes en tu mano el tacto de las amapolas,

la primavera rodeando mi cama,

el olor a polen recién cortado

y las flores de mis almendros recién paridas.

Tienes la mirada de una  persona que ama,

perdida, pero siempre sabiendo donde mira,

y yo te miro

y me recuerdas a mi hija,

paseando nuestras manos unidas,

jugando entre el aire y las risas,

y aquellos pequeños juguetes, que hoy son mi salvavidas.

Tengo una nieta,

que en ocasiones juega con estos cable y agujas,

como si quisiera desatarme de esta locura,

y sus pecas se enredan entre mis pastillas

yo, devoro a besos todo lo que toca.

Tengo la mejor visita, aun cuando me quede  sin mesita.

  • Autor: Araceli Vellber (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de noviembre de 2015 a las 13:50
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 41
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