La alameda se desnuda
ofreciéndose al ventisco,
la ropa cae despacio
en ligeros remolinos.
Las estrellas rutilantes
se estremecen con el frío,
el silencio de la noche
se rasga con un quejido
al empuje de los vientos
que unas ramas ha partido.
La alameda se desnuda
en las orillas del río.
Al Veleta vigilante
con sus sienes plateadas,
ni en verano ni en otoño,
jamás, se le escapa nada
y es testigo de suspiros
en noches apasionadas
de huracanes sorprendidos
al filo de la alborada
que se rinden al encanto
del manto blanco de escarcha.
La alameda se despoja
de sus miedos y hojarasca.
Cecilio Navarro 09/11/2015
Derechos de autor reservados
- Autor: Cecilio Navarro ( Offline)
- Publicado: 16 de noviembre de 2015 a las 09:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., sandor, nelida moni, Ringo Stax, nelly h, María C.
Comentarios7
Un romance delicadísimo, con sensuales metáforas, que es todo un placer leer, poeta.
Bellísimo y tierno de principio a fin.
Siempre es lindo pasar a leerte.
Cariños inmensos.
La alameda, las alamedas, me traen siempre bellos recuerdos, los mismos que ahora me traen tus vesos.
muy bello.
Carlos
Que bien descrita está la alameda otoñal. Precioso romance , Cecilio.
U abrazo de
Carmen.
Amigo, un placer leerte otra vez...
Estuve atareado, bello poema de amor...
Sensualidad de vientos y hojarascas que se quiebran de tiempo en un fragor de rosas bajo la Alameda vesperal.
Saludos
Otoño....Bello cuadro pintado con palabras hecha poesía. Me gustó y un placer leerte Cecilio
Eso le pasa al humano
cuando el otoño le llega,
que se endurece la brega
porque le tiembla su mano;
más, todo su pelo cano
al peluquero le entrega.
Precioso poema otoñal Cecilio.
Un abrazo desde la Mancha de:
joanmoypra
Me encanta el otoño y esa alameda es preciosa para pasear recitando poemas. Sobre todo ese tan bello tuyo.
Un abrazo Cecilio.
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