MATEO BANKS

juan maria

DON MATEO

Se me hacen humo los recuerdos, dijo el viejo, y siguió…

Claro que estoy seguro que fue el veinte, como no lo voy a estar, si la gente de Don Hipolito ganó en todas partes, se reunió el Congreso Anarquista y apareció el tango “Milonguita”.

Mas le digo, fue a principio de los años veinte el suceso del que le estoy hablando.

Digo las cosas que me acuerdo con insistencia porque mas son las que me olvido.

Que me corte la lengua el Diablo si mi amigo “Peco” no es de esa clase, Alberto digo, Alberto López Claro. Del veinte.

Y se hizo la primera transmisión radial con material de la aviación francesa. Me acuerdo.

Si señor, fue en el año veinte que ocurrió la anécdota que le cuento y que no tiene para mí la importancia que usted le está dando.

Fue en el café del Hotel Colon donde los dos gauchos se enfrentaron.

No eran de los “habitue”, no eran del mismo palo que los parroquianos del lugar.

Pero se va asombrar;  todavía había payadores en el veintipico.

Y también los paisanos, los arrieros de tropa, los hombres del mercado de hacienda. Mi viejo siempre me decía: “Ojo que es camino de tropa”. Todo eso ya ha pasado y vuelvo a su inquietud. El duelo gaucho.

Venían ambos hombres bien montados.

A uno lo esperaba un ruano y al otro un overo. Lucían los caballos buen apero y a sus criollos pelajes los bañaba el reflejo cansino de los faroles  hoteleros.

Adentro se desata el ruido y todo se vuelve estallido.

Que Don Hipólito, que conservadores, que Vasena.

Y un viejo sabio y conocedor, opina, acá no hay política…y sentencia que esto es cosa de mujer, más cerca del infierno que del querer.

En el vértigo trágico del revuelo vieron los peleadores a un tiempo el mismo agujero y ahí tiraron ambos la puñalada.

Y con suerte malhadada los dos corazones se partieron en esa última atropellada.

Los hombres que habían estado observando se lanzaron a evitar la tragedia pero ya era muy tarde.

Uno era el poeta Don Adolfo Vilatte, propietario del hotel,  y el otro su amigo Mateo.

Mirando la sangre derramada, dijo el irlandés Mateo Banks y Keena, cónsul de Gran Bretaña y representante de Studebaker,  totalmente indignado;  “estos gauchos borrachos llevan la muerte en la sangre”.

Y creo señor haber satisfecho su curiosidad sobre un duelo pampero, termino el viejo la narración.

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  • Autor: juan maria (Offline Offline)
  • Publicado: 5 de julio de 2015 a las 15:01
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 49
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Comentarios1

  • eclipsada

    que facilidad para contar historias!!!
    muy bella e interesante!!!
    bendiciones!!!



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