Maldición

Midnight

Cruzando cielos y mares buscando razón de ser,

Él llevaba su existir, bajo intentos de dar forma

A ese apagado respirar.

Su corazón, seco e inmóvil cual antigua piedra

No anhelaba siquiera el calor humano.

Nada necesitaba cuando inmensas sombras de vacío recorríale,

Tan pleno y oscuro, tan extremo e inconmensurable.

 

Y aquella mente guardaba secretos insignificantes,

Automutilándose, golpeando sus ciegos ojos y quebrándose,

rompiendo paredes ante la luz de una vela casi igual de insignificante.

 

Maldice las horas, el espacio y el momento en el que Natura

Lo influenció con aquella iluminación espectral: aparentando, prometiendo.

Pues ahora no hace más que dirigir ficticiamente (su mente no lo permite) malos pensamientos, ilógicas intenciones que su pútrido dolor vomita.

En la oscuridad de su alcoba, tiritando ante alguna presencia desde el exterior, su enfermiza sensibilidad adquirida no cesa de apuñalarlo.

 

Jamás dio forma a aquella interminable existencia más que en el cobijo del féretro, donde recibió también la maldición de hallarse aún respirando.

 

(Nada lo salvará ahora, cuando las palabras de luz fueron todas dichas. Y lavo la sangre de mis manos mientras miento frío y callado sobre las flores.)

 

  • Autor: +||MidNigh†||+ (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de enero de 2010 a las 23:11
  • Comentario del autor sobre el poema: Realmente no sabía si subirlo o no porque en el momento en que fue escrito mi mente no sé dónde se hallaba, pero no en sus mejores estados seguramente. Como si los pensamientos se dirigieran a un agujero negro.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 114
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