Tenía el alma desnuda
En aquella noche fría,
Y mi helado corazón parecía,
Negro fantasma sin mesura.
Que tiempo estuve asi?
No lo se, media vida quizás;
La soledad mi amante fugaz
Que no me dejaba vivir.
Pero llegaste tú, tan silenciosa,
Un ángel en la tierra
Que hoy mis heridas cierra,
Haciendo mi vida gloriosa.
Y entonces comprendí porque hay mundo,
Tierra, montes y mar,
Ya se porque nacemos
Y hasta odiamos la soledad.
Hoy,caminando sobre mi tierra trémula,
Sostén de mis pies cansados,
Una luz que radiante pasaba
Se ha detenido junto a mi lado.
Y pude ver en la oscuridad,
La que tú has iluminado,
Una estela celestial que
Por mi vida ha pasado.
Hoy sé que el día es azul
Y aunque a veces se pinte gris,
La oscuridad que alumbra el corazón,
Esa jamas tiene fin.
A ti, te debo mis ojos, !los del alma!
A ti, barquita de mi naufragio
Que me devuelves la calma.
Ahora mi cielo es un arcoiris,
Cierro los ojos y sigue habiendo color
Porque tus manos son acuarelas
Que tatúan en mi cuerpo el amor.
Por eso sigue a mi lado princesa,
Que por ti desprendí la armadura,
Esa que de el desengaño me protege,
La enemiga de la cordura.
Y si tu presencia en mi mente, en mis retinas,
No es mas que una invención,
Si cuando te miro y desvanezco
Solo es desconsuelo de la imaginación,
Que me digan, que me demuestre
Quién al quererla me quita la razón,
Porqué cuando la miro mi alma ríe
Y al sentirla lejos, llora mi corazón.
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 3 de marzo de 2014 a las 12:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: poetalibre, Gustavo Affranchino.
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