Ayer estabas tan, pero tan bella
que me imaginé resucitado en el paraíso
sin embargo, la flor que te entregué
muere de sed.
Sabes en la tarde me acerqué solito
quise abrazar tu sombra y embriagarme
en tu fragancia purita de mermelada.
Tomaste un trago amargo,
bebo de tu suspiros y me desmayo
Atrás muy lejos quedó la pena
un color frívolo,
un canto de pájaros nos renuevan
una voz desde lejos
un solo te quiero.
Basta de esta cursilería
mañana hay trabajo y ahora
descanso.
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Autor:
Maxgrill (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 12 de octubre de 2013 a las 03:43
- Comentario del autor sobre el poema: En un momento de soledad y frío
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 170
- Usuarios favoritos de este poema: joaquin Méndez, El Hombre de la Rosa.
Offline)
Comentarios2
Primero el amor...luego el trabajo.
Definitivamente sí, querido amigo.
Gratificante la lectura de tus bellas letras amigo Maxgrill
Abrazos de amistad y afecto de Críspulo
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