Nos desnudamos con celeridad
dejándonos llevar por un pasionario torrente de hormonas,
descubriendo la carne con la pupila de los dedos,
desandando con fruición los más ocultos pliegues de la piel.
Soltamos amarras, conducidos por los embates de la lujuria,
sometidos a una danza instintiva,
supongo que ancestral.
Abrazados nos convertimos en actores de una fantasía increíble,
postergando a duras penas el goce supremo,
embriagados por el roce,
satisfechos de nosotros mismos,
pendientes de las frases entrecortadas y los espasmos corporales.
Jadeantes, exhaustos,
quedamos fundidos en la soledad de nuestro encuentro,
oyendo, por vez primera, el sonido de la lluvia sobre los tejados.
- Autor: Jesús Lantigua ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2013 a las 10:27
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 125
- Usuarios favoritos de este poema: CARMEN, El Hombre de la Rosa, nellycastell, jairodelacroix
Comentarios3
Una bella lluvia de pasion y fuego son hoy tus versos que acarician el alma. Un beso
Las rimas del alma son sublimes ondas que acarician tus versos eroticos amigo Jesús Lantigua
Recibe brotes de amistad
Saludos de Críspulo el de la Rosa
Después de ti...que salga el sol por donde quiera salir, si al fin de cuenta él hará lo que le convenga. Belleza espontanea y sin prevendas que no sea la de dos cuerpos al compás del sonido de la lluvia sobre el tejado caliente...un abrazo poeta.
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