Escribo en defensa propia, por ausencia ajena.

Escribo en defensa propia, por ausencia ajena,

Casi sin darme cuenta me abrazó esa locura,

Y ahora indefensa trato que no me atrape esta tortura,

Es un cambio violento en mis estructuras,

¡NO! así no puedo con esta complejidad,

Mi cabeza necesita frialdad,

Es mucha irregularidad,

Dentro de tanta posibilidad,

El universo intentó, con mucha emoción,

Podíamos salir de esta prisión,

Podíamos hacer de nosotros, una transformación y sin limitación,

Tratando de descubrir,

Que juntos podíamos resistir,

Con tanto en esta vida por sustituir,

Y sabiendo que algo mejor podía ocurrir.