El fuego que le ilumina

alegra saber que ante impersonales antros

aun exista lugares donde se puede bailar,

que al compás de la música se pueda soñar

imaginar, o simplemente decidir amarnos

 

 y al terminar de la noche

saber que solo la noche paso...  

que no hay sed, existimos

 

... la vi caminando entre luces viejas,

algún día se escondía entre sombras…

 

caminando hacia la pista de baile

y con ese cruzar de piernas al andar,

y el contoneo de sus caderas, y ese su…

tan de ella

 

provocando con el natural y exquisito

movimiento de sus pechos…

que solía hasta la música hacer parar…

siglos espere un instante como este instante…

 

cada noche con quien tu desees puedes soñar...

hoy me proponía recordar su ausencia

cuando besaba su abdomen…

cuando mordía sus labios,

y su mirar... su mirarme a mi

 

me pongo a pensar es ella...

dicen que recordar, es volver a vivir…

mmmmm hay no no!!!!

y me doy cuenta que se dicen tantas cosas…

 

me doy cuenta que los años

a ella solo le han dejado vida,

y un fuego que quizás encendí...

que le ilumina para lucir radiante 

que le da un calor que ya es inaccesible para mi

 

yo sé que la flecha se tiro hace tiempo

que ya dio en su blanco… y no nos toco

sé que quizás ni el arco se tenso

o que quizás la cuerda se encontraba rota

 

mmmmm se debe abrir una nueva puerta ya!

para que entre la nueva vida,

y dejar de sustituir deseo por amor

y dejar de recordar… ese sentir, asi

 

sentada luciendo radiante escote, la encontré

ella su gracia luce  y yo… ahora atrapado...

entre su seda, su perfume y su luz

ahí estaba yo y no descansaba mi imaginación,

 

mis recuerdos ahí con ella, frágiles  

como delgados hilos enredados en mis venas…

fascinado por su altivo mirar…

el candor feroz de sus ojos,

su mirar que al través de los años

no deje de recordar, esos ojos de ella

con sus poses de quien sabe soñar

y que yo nunca aprendí a olvidar

 

los momentos de nuestra despedida

plasmados en esta poesía (sic)

de nuestras noches de baile de salón

del deseo infinito de un deseo de amor

 

santimiento solo mío, quizás algo ella  recuerde de eso,

mas seguramente para ella sea… nada

solo algo que pudo pasar

que fue bueno…  pero olvidable

 Ganado tengo el pan: hágase el verso

 

Pero vea señora... qué diferencia habrá
entre usted que lloraba... y yo que sonreía.
Pues nuestro amor concluye con finales diversos
(hoy) usted besando a otro... Yo escribiendo estos versos.

Jose Angel Buesa

 

  

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