Peldaños, peldaños y más peldaños
Tanto en lo material como en lo spiritual divisamos los peldaños
Etapas del alma que de vidas, se va superando
Si no creemos en nosotros mismos, y andamos con engaños
Vendrá un día que no creeremos en DIOS.
Solo blasfemia en nuestros sentidos, naciendo
Peldaños que no son tan fáciles de superar
Peldaños y peldaños en los cuales nos enchumbamos
Y no creemos en los peldaños sutiles, porque no los buscamos
En donde estamos, solo de eso, es que hablamos
Y cada quien habla de sus sentimiento y experiencias
Y cuando son puros pensamientos sin experiencia
Son como soplar en un bambú, es no tener conciencia
Seguimos engañados creyéndonos los creadores
Hasta llegamos a los límites de perder la fe
Que aun cuando nos mandan tantas pruebas
Seguimos diciendo que dios no existe
Y solo de lodo nuestra pobre alma se viste
Como entonces vamos a divisar los peldaños
Eso requiere de muchas vidas y años
Una pequeña historia que contare
Había una vez un incrédulo y un creyente, el creyente siempre oraba y alababa a DIOS y en su devoción siempre se cobijaba, el incrédulo siempre maldecía la vida y maldecía a DIOS, no veía nada bueno todo lo veía malo, el creyente devoto le decía, hermano no estés maldiciendo, DIOS es nuestro aliento de vida. El incrédulo se burlaba de él y le decía no creo en nada de eso, DIOS al ver a sus dos hijos, uno que lo alababa y el otro que lo maldecía dijo: probare a estos dos hijos, quiero ver hasta qué punto este me alabara y hasta qué punto el otro me maldecirá, les llego la muerte y al volver a venir a esta vida vinieron los dos morochos pegados de la espalda, el devoto seguía en su devoción y amando a DIOS y el incrédulo hacia lo mismo maldiciendo a DIOS, el devoto le decía hermano no hagas eso, fíjate como estamos alabemos a DIOS. De lo contrario vendremos en peores circunstancias, el incrédulo le decía y que peor que esto, y seguía maldiciendo, DIOS dijo sacare a mi hijo el devoto, de ese cuerpo, murió el devoto y el incrédulo quedo con el cuerpo de su hermano muerto pegado a su cuerpo, con el tiempo el cuerpo muerto se empezó a descomponer y los gusanos salían y nadie de la familia podía cuidar del incrédulo, por la situación en la que estaba pasando
Esa es nuestra condición, no creemos
Solo si nos da lo que queremos
Solo así, en el creeremos
Qué triste que no sabemos nada de los peldaños
Y si sabemos algo de eso
No queremos reformarnos
Con mi amor Linda
Todos los derechos reservados del autor
Comentarios2
Maravilloso mi Linda, y esto es tan sabio:
"Y no creemos en los peldaños sutiles, porque no los buscamos
En donde estamos, solo de eso, es que hablamos
Y cada quien habla de sus sentimiento y experiencias
Y cuando son puros pensamientos sin experiencia
Son como soplar en un bambú, es no tener conciencia..."
y te quiero transcribir algo de nuestro compañero "Héctor(micorazón)" tal su seudónimo, que te va a encantar amiga querida:
"Los hombres siempre culpamos a alguien para lavarnos las manos
Culpamos al amigo, culpamos al vecino y culpamos al hermano;
Culpamos al que ignora, culpamos a quien nos da la mano,
Se culpa al invierno, se culpa al verano,
Culpamos a todos y a todo de las desgracias que causamos
Culpamos a los demás para calmar nuestra conciencia
Culpamos a la vida culpamos a la muerte
Culpamos al azar, culpamos a la suerte
Culpamos al destino culpamos al camino en que andamos
Así vamos culpando a todo aquello que tenemos
Vamos continuamente culpando aun a las cosas que no poseemos
Vamos constantemente mirando el motivo en mudos testigos
De nuestros actos, de todo nuestro desacato
Culpamos a quien trajo, y culpamos a quien dejó de traer
Siempre culpamos, rara vez nos examinamos
Culpamos lo que vemos y culpamos lo que desconocemos
Culpamos al que no hizo, culpamos al que lo hizo
Culpamos a quien dijo, y culpamos a quien cerro su boca
Culpamos al niño, culpamos al anciano
Culpamos al hombre y culpamos a la mujer
Culpamos, acusamos, culpamos y no nos disculpamos
Culpamos a los políticos, culpamos a los críticos
Culpamos al estudiante, culpamos al maleante
Culpamos al mal padre, culpamos a la mala madre
Culpamos al mal hijo, culpamos al matrimonio
Culpamos al día culpamos a la noche
Culpamos al amor y nos llenamos de amargura
Culpamos a Dios culpamos a los demonios
A todos siempre culpamos
Son el blanco perfecto de la culpa propia
De nuestra falta de criterio y sentido de la verdad
De que tenemos en nosotros la tendencia a la maldad
Que nada de lo que nos rodea podemos culpar
No es de sabios señalar
No es de locos concordar
Al buscar entre los demás la culpa de nuestros males
Vamos a terminar descubriendo quizás ya muy tarde
Que la razón de una mala decisión
El motivo de una acción errada
Y de oportunidades desechadas
No se encuentra en una mirada malvada
No se hallan entre las venas ajenas
Siempre llega esa luz suprema al alma
Que le indica con firmeza, con autoridad
Con potencia le redargüirá
Que no estaba en los demás la culpa de todos los males
Sino que todo lo malo del corazón propio sale!!!"
Un profundo abrazo!!!
Me recuerdas a la historia de Job, que aún creyendo que las pruebas se las mandaba Dios... ¡jamás lo maldijo...!Murieron hasta sus diez amados hijos en la prueba que le envió Satanás para que negara el nombre de Dios en la adversidad... Y sin embargo Job, aún con enfermedad y penurias extremas ¡Jamás cometió el pecado de negar a Dios ni en su alma, ni en sus pensamientos...!
La historia concluye en que el fiel Job, fue sacado por la prueba por Dios y bendecido con diez veces más de felicidad...
Pero el fiel, no sabía que era una prueba del demonio y decía "¿acaso vamos a amar a Dios únicamente cuando nos da bendiciones?"
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