Habito

 

 

Por habitar me sé

un bebe bendecido,

por la naturaleza y el destino.

Mezclado con el resto,

en este hoy travieso,

pierde el apunte propio,

desmenuzándose, ileso

y fusionado mi

                                  ser.

 

 

Reconozco que habito

sujeto al tutelaje de un universo explícito.

Arropado

por un espacio carente de tiempos,

que incuestionable …

                                              sólo secunda sensitivos.

 

 

El agua y el cemento,

pirámides egipcias

y el crucigrama espeso.

 

 

Allá en el horizonte;

una simpleza inmensa.

 

   ***   ***

 

 

Habito: bajo el ímpetu del tránsito,

inmerso en las maneras de un tránsito prolífico,

que surge, más allá del caudal

                                                              científico.

 

 

Que se ciñe a nosotros plagado de misterios,

los cuales ventilándolos, el tiempo,

con sus aspas y como

                                            progenitor,

deletrea con toques novelescos,

y abandonan su rostro enigmático,

tornándose remedios.

 

 

Habito en este hogar (aquí engullido)

por la eterna simbiosis del tránsito

empapado de fórmulas vitales,

rodeado de cósmicas probetas,

que constantes renuevan sus ensayos.

 

 

Entre ocultas gradillas cristalinas,

resistentes matraces y pipetas,

y alargadas varillas que voltean,

el saber de los gases y los líquidos.

 

 

Habito: observando destilaciones,

fluyo refrigerando mi incomprensión,

buscando, rescatándome a mí mismo.

 

 

Mi movimiento habita:

a lomos de un mortal cíclope iluso,

que acomete sus sueños e ideales;

como firme guerrero,

que resguarda seguro su castillo inconcluso.

 

 

Reconozco que habito;

colmado de juicioso raciocinio

y de un pronto instintivo y visceral.

Pretende mi visión no traicionar;

al venidero espacio infinito,

ni a culturas ni a ritos,

a ningún elemento,

tanto celestial como terrenal.

 

 

Habito; como actor,

de un estupendo e insospechable guión.

Advierto un universo subjetivo,

a caballo de neutros y letras acentuadas,

de minúsculas y superlativos.

 

 

   ***   ***

 

 

Yo escucho el presuroso e intrínseco latir, 

yo opto por contemplar; como ciertas, las cábalas,

que teje, por esencia, mi

                                               corazón.

 

 

Decidido, me alejo de ataduras,

de circunscribir con gruesos alambres

alumbrando la apnea.

Cual es fantasmal espectro,

que absorbe nuestro aire,

y, sin piedad, sepulta.

 

 

Eludo superficies acotadas,

la estrechez implícita

los territorios radicales,

superficiales términos,

la lanza y el puñal, espadas y armaduras.

 

 

318-omu G.S. (Bcn-2012)